Dos de la mañana


Y yo estoy, como toda la vida, haciendo el trabajo que tengo que entregar mañana.
Ya voy por el cuarto termo de mate, sobredosis yérbica.
Es un cómic de dos páginas. Hace unas horas, cuando ya tenía un original casi terminado, me dí cuenta que el protagonista no podía suicidarse en un sofá, tenía que ser en un sillón bkf. Podría haberlo pasado por alto, pero me resultó imposible. Y volví a empezar.

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