Archivo abril, 2009

Sacco y Vanzetti

saccovanzetti2
Por Ben Shahn.

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Il Bombarolo

Fabrizio De André

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vuelta al tajo

Llevo un tiempo con la cabeza llena de boludeces, pero toca pasar página.
En el plano artístico, tengo tanto que dibujar y pintar que mas me valdría que me crezcan pinceles en los dedos.
Y por otro lado, quiero volver a la militancia, que la tengo abandonada. Lo recordé anoche en una linda discusión política que tuve con amigos en el bar. Y es verdad que bebiendo cerveza no cambiamos el mundo, pero será una discusión útil si el día siguiente no nos olvidamos y, aunque sea un poco, nos ponemos en movimiento.
Y qué mejor momento que ahora que se viene el 1º de mayo!

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Elegía

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

Miguel Hernandez

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«La última escama del cuerpo»

Las expresiones callejeras están llenas de arte, amor y valentía. Esta hermosa acción de Rafa Ibáñez en el proyecto globalizArte me ha emocionado muchísimo.

Por supuesto los funcionarios del orden tuvieron que ir a dar la nota. «No tienes permiso». Porque el único permiso tácito que tenemos es el de circular para ir a comprar.

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