Cuando visites Ferrol no olvides darte un paseo por las playas de sus parroquias costeras como las de Cariño, San Xurxo, Covas, Doniños. Es imprescindible acercarse al Cabo Prior, donde se alza un hermoso faro que preside los acantilados rocosos. Este cabo es una península que se adentra 4 km en el océano y la costa que lo bordea se halla llena de hermosas playas. Muy cerca del Faro Prior están los restos de las antiguas baterías del ejército y las ruinas de lo que fueron dependencias militares. Los viejos cañones ya no están en sus enclaves. Es interesante visitar esta zona durante la puesta de sol para conseguir fotos maravillosas.
Situados en el Faro del Cabo Prior vemos, si nos situamos de espaldas al faro, de frente el llamado Campo de Marmadeiro, donde antiguamente se hacían las practicas de tiro del ejército y al fondo el Monte Lagoas. Hacia la izquierda, ubicada en un pequeño islote al que tenemos acceso con la marea baja, la iglesia de Sta. Comba que data del siglo XI, y más a la izquierda de la playa de Santa Comba está la playa de Ponzos. Siguiendo en esa misma dirección podemos divisar el Monte Campelo, en Valdoviño y la Sierra da la Capelada que termina en el Cabo Ortegal. En la cima del Monte Campelo había situadas, estrategicamente, unas baterías artilleras del primer tercio del s. XX.
La isla de Sta. Comba fue una península hasta comienzos de la época medieval y las excavaciones que se han hecho muestran que ha sido un núcleo habitado de forma ininterrumpida desde la época prerromana. Vale la pena acercarse a visitar la ermita.
Esta zona de costa pertenece a la LIC Costa Ártabra
El Faro está rodeado de tojos y vegetación halofitica, resistente al salitre y que crece entre las piedras de los acantilados. En las playas junto con la vegetación de dunas marítimas y matorrales esclerófilos nos encontramos, además, con formaciones herbosas naturales.
Si deseas disfrutar de la playa te aconsejamos ir a la de Santa Comba, la de San Xurxo y la más famosa, la de Doniños. Esta última dispone de mucho espacio para aparcar y en sus dos extremos de playa hay chiringuitos. Si te gusta el surf y el bodyboard, te aseguro que pasarás buenos momentos en sus aguas bravas de salvaje oleaje a veces; las aguas son limpias y cristalinas y hay que tener cuidado con las corrientes que pueden ser fuertes y paralelas a la playa.
Si prefieres tomar el sol tranquilamente, vale la pena adentrarse en la playa y estirar la toalla sobre la finísima arena blanca bajo el resguardo de alguna duna. El encanto especial de esta playa es su laguna, que hace de ella Lugar de Interés Comunitario dentro de la Red Natura 2000 de la Unión Europea. Su humedal es una zona de especial protección para las aves. Es el más profundo de los humedales gallegos y cuenta con una flora, fauna y formaciones geológicas singulares. Y si no te apetece zambullirte en el agua, ni pasear por el humedal, ni tomar el sol, puedes pescar en las rocas o echarte la siesta en el pinar.
Muy cerca de allí defendido del mar por los acantilados está el castro de Lobadiz, un ejemplo de la cultura castrense. Tiene tres murallas, foso, parapeto y entrada
En el año 1800 una flota británica de 109 navíos desembarcó en la playa de Doniños. La intención era, con más de diez mil hombres, tomar el Castillo de San Felipe y con el la Ría de Ferrol. Pero el Castillo auxiliado por los habitantes de Ferrol resistió y la flota invasora se tuvo que retirar.
Desde la el Castillo de San Felipe se divisa el Castillo de La Palma, una antigua construcción situada en el otro lado de la ría, en el municipio de Mugardos. Sus orígenes datan de 1597 cuando vigilaba el paso marítimo en la entrada de la ría de Ferrol. No disponía de armamento y el edificio actual data de fines del siglo XIX. Funcionó un tiempo como carcel militar y hoy día está abandonado.
El cabo Prioriño cierra el margen derecho de la ría de Ferrol y acoge las obras del puerto exterior.