Entre el dragón del garaje de Carl Sagan y las hormigas en Malcom el del medio, aquí tenemos un intento de post ateo.
Y a estas reflexiones llegaba cuando pensaba en dios. Aún dispuesta a creer que estaba el dragón en el garaje, la entidad poderosa no pasaba la prueba final: todo conducía a pensar que nos trataba como a hormigas, sin distinguir buenos de malos. Eso cuando pensaba en dios, hace mucho tiempo, ya.